Una medida que todos coinciden en considerar necesaria para blindar el empleo en los sectores más afectados por la crisis sanitaria y evitar despidos. Miles de trabajadores aragoneses continúan en esa situación seis meses después de la declaración del estado de alarma.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha pedido en Zaragoza voluntad a las partes para alcanzar un acuerdo que mañana el Consejo de Ministros pueda validar. Critica que la prórroga de los ERTE se haya dejado para el último momento ya que el plazo finaliza este miércoles. También ha sido crítico con los cambios de postura del Gobierno y de los empresarios. Además, pone algunas líneas rojas. Por ejemplo, el importe de la prestación que reciban los trabajadores afectados se mantendrá mientras dure el ERTE, y no computará como paro gastado. Además, rechaza el planteamiento de los empresarios de eliminar la condición de que las empresas sujetas a ERTE no puedan hacer despidos en un periodo de seis meses.
Álvarez también ha criticado en Zaragoza las “chapuzas” en la tramitación del Ingreso Mínimo Vital, por los retrasos en la recepción de las ayudas y los criterios para concederlas. Aunque considera positivo las modificaciones aprobadas para aligerar la burocracia, pide más personal para agilizar los plazos.