La vacuna contra la tuberculosis que desarrollan investigadores de la Universidad de Zaragoza junto a la farmacéutica gallega Biofabri se consolida como una de las candidatas para sustituir a la vacuna actual, que tiene más de cien años. La aragonesa, que ya se está ensayando en recién nacidos y en unos meses se probará también en adultos y adolescentes, podría proteger contra las formas respiratorias de la enfermedad.
Si se obtiene la financiación necesaria, calculan que las dosis empezarían a comercializarse en 2027 o 2028, con un precio inferior a los cinco euros, que la haría accesible a los países en desarrollo. El catedrático en Microbiología y líder de la investigación, Carlos Martín, recuerda que la tuberculosis continúa siendo la enfermedad transmisible que más muertes produce en el mundo. En 2022, acabó con la vida de 1.300.000 personas. Por eso, hoy ha presentado ante el Gobierno aragonés los últimos avances y confía en lograr el apoyo de las instituciones.
El presidente Azcón ha recordado que el Gobierno autonómico ha triplicado este año la financiación para el instituto de investigación en el que se desarrolla esta vacuna, aunque ha reconocido que Aragón sigue lejos de la media nacional en inversión pública en i+d.