El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible ha puesto hoy en servicio los dos nuevos túneles de la carretera N-260 entre Congosto de Ventamillo y Campo. De este modo esta vía se abre completamente al tráfico y sin restricciones de velocidad el tramo de 12 km entre ambas localidades en el que se han invertido más 90 millones de euros para mejorar las condiciones de circulación y seguridad vial. La cifra que supone más del doble del precio inicial de adjudicación, incluye la revisión de precios y algunos trabajos complementarios para garantizar la estabilidad del terreno.
El subdelegado del Gobierno en Huesca, Carlos, Campo, ha señalado que es un día histórico para la provincia de Huesca y para la comarca de Ribagorza. También ha agradecido la paciencia de vecinos y empresarios de la zona durante estos cinco años de obras en los que han tenido que sufrir ocho cortes intermitentes de la carretera. También ha agradecido el trabajo de la empresa Dragados y la colaboración del Gobierno de Aragón, que reforzó el sistema de transporte sanitario durante los períodos de corte de la vía.
Campo ha destacado la mejora en la seguridad que suponen las obras en este tramo entre Campo y el Congosto de Ventamillo, ya que se ha ampliado la plataforma de los 5,5 hasta los 8 metros, mediante la construcción de voladizos sobre el río, apoyados y anclados en roca, permitirá que se crucen sin problema vehículos pesados y autobuses. Los dos nuevos túneles de 265 m y 540 m de longitud que se han puesto hoy en servicio tras pasar las últimas pruebas de seguridad ya que el resto de la carretera ya mejorada se inauguró a mediados de octubre.