Tras años de degradación social y urbanística de un entorno azotado por la ocupación ilegal, entre otros problemas, los vecinos han recibido de buen grado el contenido del Plan que acaba de aprobarse en el consejo de la Gerencia de Urbanismo. Valoran el grado de consenso político y la incorporación de algunas de las medidas aportada por las organizaciones vecinales.
Sin embargo, creen que el papel todo lo aguanta y expresan sus recelos por la ejecución del plan, cuya dotación presupuestaria no acaban de ver clara, a pesar de que el consejero de Urbanismo Víctor Serrano ha expresado un compromiso presupuestario del gobierno PP-C's para ejecutar distintas actuaciones, además de los dos millones de euros incluidos en las cuentas del presente ejercicio.
Desde la Plataforma de Afectados del Gancho y el entorno de Pignatelli temen que ese compromiso acabe siendo papel mojado y en 2022 la dotación económica sea insuficiente para poner en marcha las actuaciones necesarias para mejorar aspectos como la iluminación del entorno o la seguridad ciudadana.