Por eso, reclaman al Gobierno de España un plan de ayuda al sector en el que se tenga en cuenta su opinión. Una de sus propuestas es la puesta en marcha de un plan PIVE para incentivar las ventas. Por otro lado, los autónomos de Aragón siguen descontentos con las medidas aprobadas por el Gobierno de España. El sector considera que siguen siendo insuficientes y que el criterio para solicitar el cese temporal de actividad no tiene en cuenta la situación real de los autónomos. En este sentido, reclaman que a esa medida se puedan acoger aquellos trabajadores que demuestren una caída de la facturación de un 40 o un 50 % en lugar de un 75 % como se establece hasta ahora.