Los contagios siguen disparados en Aragón. En las últimas horas se han notificado 349 positivos por coronavirus y la incidencia acumulada en siete días ya roza los 100 casos por cien mil habitantes. La mayor parte corresponde a grupos de jóvenes que han participado en fiestas o viajes de fin de curso en las últimas semanas.
Aunque la presión hospitalaria se mantiene estable, con 72 ingresados por Covid, 13 de ellos en la UCI, los profesionales de Atención Primaria empiezan a verse desbordados por esta situación. Muchas de las enfermeras que fueron derivadas a las consultas para hacerse cargo de los rastreos en anteriores olas del virus, ya habían regresado a sus funciones habituales y ahora, entre eso y las vacaciones de verano, son muy pocos trabajadores los que deben hacerse cargo del rastreo y las PCR.
De esos 349 positivos de las últimas horas, 158 se han registrado en la ciudad de Zaragoza. El alcalde, Jorge Azcón, cree que el Gobierno aragonés debería imitar al de Navarra, que está realizando cribados directamente entre los pasajeros de los autobuses que regresan de puntos como Salou.
Dispositivo para afrontar la "no vaquilla" en Teruel
También destaca el caso de la capital turolense, porque sus dos zonas de salud lideran el ránking de contagios de estas últimas horas: 14 positivos en Teruel ensanche y 12 en Teruel Centro. Esta mañana se ha reunido la Junta Local de Seguridad, para prepara la “No vaquilla”. Para frenar la transmisión del virus, el dispositivo policial será similar al de años anteriores, cuando sí había fiestas.
Efectivos de la Policía Local y Nacional patrullarán las calles de la ciudad durante el fin de semana. A ellos se sumará la unidad de prevención y reacción, el servicio cinológico, anti carteristas y especialistas en desactivación de explosivos, y la Guardia Civil establecerá controles de alcoholemia y drogas en los accesos a la capital y vigilará las derivaciones de personas a los pueblos más cercanos donde puedan producirse aglomeraciones o fiestas no permitidas.
Y es que, según ha indicado la alcaldesa, Emma Buj, no solo preocupan las reuniones que puedan celebrarse a lo largo del viernes y el sábado, sino las celebraciones que pudieran surgir en el caso de que la selección española pasara a la final de la Eurocopa.