Zaragoza, Capital Mundial de la Garnacha, propone una puesta en valor de la importancia cultural y enológica de esta variedad, que reina desde hace siglos en los viñedos de la provincia: no sólo para hacer excelentes vinos, también para promover su uso ornamental en la escena urbana.
En el Parque Macanaz ya se trabaja en la creación de una parcela donde reproducir el cultivo tradicional de la garnacha con la plantación de 129 vides que serán trasplantadas desde las tres denominaciones de origen. Además, a partir del mes de marzo se llevarán a cabo varias rutas para conocer bodegas y cultivos de la provincia, que cuenta con más de 18.000 hectáreas de cultivo de garnacha.
También se han organizado citas científicas, como el simposio que se llevará a cabo en colaboración con el Instituto Agronómico Mediterráneo. Aunque el acto más multitudinario se espera que sea el Festival de la Garnacha, que tendrá lugar la primera semana de junio. La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha señalado que el impacto de esta iniciativa para la ciudad supondrá unos 300.000 visitantes.