Casi el 40% de los residuos que se recogen en las calles de Zaragoza son colillas. Un deshecho que con más de 70 sustancias cancerígenas que puede contaminar 50 litros de agua dulce, y que se acumula en las entradas de bibliotecas, facultades o en torno a las paradas de bus y tranvía. Aunque tirar el cigarrillo al suelo conlleva multas de entre 50 y 80 euros, apenas se sanciona. Antes de aplicar de manera más estricta la ordenanza, el Ayuntamiento lanza la campaña “Zaragoza no es un cenicero” para sensibilizar a los fumadores y cambiar el hábito.
También para evitar la proliferación de colillas, el nuevo pliego de Limpieza (que estará listo antes de verano)incluirá la sustitución de las 6.500 papeleras de la ciudad por otras nuevas con cenicero incorporado. En la ordenanza de Veladores, además, se establecerá la obligatoriedad de que todas las terrazas tengan disponibles ceniceros para poder tirar las colillas.