Fue el 22 de febrero del año 2005. La nieve sorprendió a los zaragozanos, incluido su propio Ayuntamiento. No había suficientes reservas de sal, el frío intenso congeló la nieve y la movilidad se colapsó. Acceder a los barrios altos, como Torrero, se convirtió en una peligrosa aventura. Y numerosos peatones sufrieron caídas por las pistas de patinaje en que se convirtieron las aceras. Casi 16 años después, el Ayuntamiento trabaja para evitar que la nieve provoque el caos.
La consejera de Servicios Públicos y Movilidad del Ayuntamiento, Natalia Chueca, asegura que la Ciudad está preparada para hacer frente a este fenómeno al que los zaragozanos no estamos acostumbrados: "tenemos que poner todos los medios a nuestra disposición para evitar afecciones en la movilidad. Tenemos más de cien toneladas de sal y máquinas nuevas que se han ido adquiriendo en los últimos años", ha dicho Chueca en Más de Uno.
La edil hace un llamamiento a los ciudadanos para que eviten el uso del vehículo privado. También pide a las personas mayores que eviten salir de casa cuando llegue la nieve para así evitar posibles caídas, aunque los bomberos de Zaragoza estarán trabajando en la limpieza de las aceras para que no se formen placas de hielo.