Las autoridades sanitarias aconsejan a la ciudadanía protegerse de las radiaciones solares, hidratarse y evitar el consumo de bebidas alcohólicas.
Además, insisten en la necesidad de cuidar especialmente de la población más vulnerable al calor: las personas que sufren enfermedades crónicas, las que trabajan al aire libre, los mayores y los niños y niñas. También recomiendan que se mantengan en frío los alimentos, ya que el calor aumenta el riesgo de infecciones alimentarias.
La Dirección General de Salud Pública ya ha remitido a los centros sanitarios, a la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar y la Federación Asturiana de Concejos (FACC) la documentación oportuna sobre la declaración de la alerta por altas temperaturas, que incluye recomendaciones sanitarias.
Las autoridades sanitarias monitorizan a diario las temperaturas y las previsiones meteorológicas de la Agencia Estatal de Meteorología con cinco días de antelación. También vigilan la mortalidad que se produce durante este periodo. El plan tiene como objetivo disminuir la morbilidad y la mortalidad asociada a temperaturas elevadas, ya que se ha observado que tres o más días consecutivos de mucho calor pueden ir acompañados de un incremento en esas cifras.
La asignación de los niveles de alerta se realiza teniendo en cuenta los umbrales establecidos para el Principado, que sitúan las temperaturas máximas en los 26 grados.