Cogersa ha comunicado que los efectivos de Bomberos abandonaron, hacia las 22.00 horas de este pasado martes, las instalaciones de Serín, al dar "prácticamente por extinguido" el incendio que se originó la noche de este pasado lunes en la zona de acopio de residuos voluminosos, enseres de madera y muebles principalmente, que esperaban su clasificación y reciclaje.
Durante la tarde de este pasado martes, las labores de los bomberos se centraron en echar agua, remover los residuos y segmentar el material en montículos para controlar el fuego y evitar reavivamientos, según una nota de prensa de Cogersa.
En estos trabajos colaboraron tres miembros de Bomberos de Gijón y dos de Bomberos de Asturias, así como varios operarios y técnicos del consorcio de residuos.
Cabe recordar que el fuego fue detectado a las 20.55 horas de este pasado lunes por el servicio de vigilancia del Centro de Tratamiento de Residuos de Cogersa en la explanada en la que tiene lugar el acopio a la intemperie de residuos voluminosos de origen doméstico, para su clasificación y reciclaje.
Ante el riesgo de propagación, se avisó al Servicio de Emergencias de Asturias 112, activándose un dispositivo de extinción en el que han colaborado equipos de Bomberos de Gijón y Bomberos de Asturias.
Si bien esa misma noche, en torno a las 00.30 horas, se dio por controlado el incendio, los bomberos continuaron durante el pasado martes las tareas de vigilancia y de control.
Desde Cogersa se ha destacado que no hay que lamentar daños personales. En cuanto a los daños materiales, estos no son cuantiosos, pues no afectan a ninguna planta con equipamiento industrial, sino únicamente a muebles y otros residuos voluminosos que se hallaban acopiados para su recuperación. En concreto, han ardido 500 toneladas de residuos de madera y 70 toneladas de 'rechazo', otros objetos como colchones.
Ahora el consorcio de residuos deberá investigar las causas del incendio, si bien el jefe de Tratamiento de Residuos de Cogersa, Roberto García, señaló a los medios de comunicación que sospechan que pudo deberse un desecho "impropio", es decir, un objeto que viniera mezclado con los enseres de madera y muebles, como pudiera ser una batería de móvil que al calentarse explota.