Después del quinto invierno más cálido desde 1961, con un 11% menos de precipitaciones de lo normal, la primavera meteorológica, esa que va del 1 de marzo al 31 de mayo, se presenta, según Ángel Gómez, delegado de la AEMET, en el Principado, bastante tranquila. En concreto, este invierno en Asturias fue seco y muy cálido. Además, en el año hidrológico en curso (octubre 2024 a febrero 2025) la precipitación ha sido un 17% menor de lo normal en Asturias; por lo que su carácter es seco.
De cara a la primavera meteorológica, el escenario cálido es más probable (60%), seguido del normal (30%) y con mucha menos probabilidad de que sea frío (10%). En cuanto a las precipitaciones, los escenarios seco, normal y húmedo tienen la misma probabilidad (33%) en la mitad oriental, mientras que en la mitad occidental el escenario seco (40%) es más probable que el normal (35%) y el húmedo (25%).
Respecto a la previsión, en los próximos días, de precipitaciones, en forma de nieve, de hasta 25 centímetros en algunos puntos del Principado. El delegado de la Aemet, en Asturias, Ángel Peláez, considera que, a pesar de las temperaturas más altas de lo normal, las bajas precipitaciones mantendrán viva la esperanza, "al menos dos semanas", de las estaciones de invierno.
Todo ello después de un invierno con valores extremos de más de 22 grados y medio, en Colunga, el 5 de enero, y rachas huracanadas de más de 150 km por hora en puntos como Vega de Ario, como consecuencia de la borrasca Herminia. Después llegó Ivo, con flujo de norte que dejó temperaturas de más de 8 grados negativos en Vega de Urriellu -8.3ºC.