Hace años que hablamos de las aguas revueltas en la formación en la ciudad. No termina el partido de encontrar la tranquilidad que pretende. El diputado autonómico Pablo González, concejal en Gijón en tres mandatos alternos, fue elegido en febrero presidente por unanimidad a una junta extraordinaria. Sustituyó a Mariano Marín, cuya salida fue convulsa.
Dijo en su primera intervención que dirigiría el partido hasta el próximo congreso. Que llegaba con ganas de “coser los agujeros" que tenían y con tranquilidad para “recuperar una actividad política y una presencia pública, interrumpida bruscamente”.
Ahora insiste en que López-Asenjo “tiene que sumarse a una labor política que las otras concejalas están haciendo perfectamente”.