El Ayuntamiento adopta de este modo una política de "tolerancia cero frente al fraude", con el consiguiente compromiso de asumir la estándares más elevados de garantía de buen gobierno y buena administración. Quieren que la actividad municipal sea percibida, compartida y valorada, por todas las personas y grupos de interés, a través de la difusión externa y la promoción activa de esta cultura hacia la ciudadanía, desde una perspectiva global e integral, mostrando la voluntad de elaborar un sistema de gestión y cumplimiento interno eficaz y eficiente, diseñado especialmente para prevenir, detectar, corregir y perseguir, en la medida de lo posible, cualquier acción fraudulenta, minimizando su impacto y subsanando sus consecuencias, en caso de producirse, adoptando con ello una política de tolerancia cero frente al fraude.
El Plan tendrá duración indefinida, revisándose anualmente.