Claudia nos cuenta qué le hizo quedarse en la gimnasia, un deporte que recomienda probar, el compañerismo y el ambiente competitivo que se encuentra. Su especialidad son las paralelas, pero tiene que entrenar todos los elementos. Más de 3 horas de lunes a sábado. Dejando los estudios para la noche, incluso la madrugada.
Ahora que es una universitaria (ingeniería química) es consciente que le quedan uno o dos años de gimnasta aunque aún le quedarían buenos años por delante. Al final sabe que no vivirá del deporte (este año ha recibido por primera vez una beca que le ayuda a pagarse los desplazamientos a algunas competiciones), que es un hobby. Antes de irse, nos adelanta, irá a por todas, a hacer aquello que hasta ahora no se había atrevido.
Cuando termine su participación en competiciones, Claudia se irá con sus medallas y con el convencimiento de haber hecho lo que más le gusta. Con pena, pero contenta y con mucha elasticidad.
