Nacho Zapico ve positivo que se adopten medidas que ayuden a regresar a asturianos o personas con parentesco con asturianos. Aunque la ayuda es pequeña, es positivo atraer a gente para hacer su vida aquí. Sobre todo en las zonas donde más se necesitan, aquellas despobladas. Sin embargo, el plan acaba de ponerse en marcha y le queda mucho por recorrer. Ha captado a 66 personas. En Galicia, un plan similar logró que retornasen 28.000 personas en cuatro años.
La media de edad de los retornados es de 53 años. La mayoría vuelve desde Venezuela, Brasil y Cuba, aunque también hay casos de Francia, Alemania, Canadá o Sudáfrica. Nacho Zapico cree que la medida tiene un impacto más social e histórico que real. Porque el verdadero reto al que se enfrenta Asturias es el lograr que vuelva la juventud que se marchó. Ese talento que se ha formado aquí pero que se ha ido por falta de oportunidades. Lograr que vuelvan sería el verdadero hecho diferencial. Y aquí no sería suficiente con una ayuda de unos pocos miles de euros. Los salarios siguen siendo nuestro gran handicap. No podemos competir con otros países, concluye Nacho.