El Protocolo, aprobado por la Junta de Gobierno el 2 de noviembre de 2021, establece la implementación de una serie de medidas en materia de control de calidad del aire durante su activación dirigidas a reducir las emisiones contaminantes y a proteger la salud pública.
En el nivel 0 preventivo contempla, entre otras medidas, el riego de carreteras y la vigilancia de la circulación de vehículos pesados que transporten graneles sólidos pulverulentos en la zona de activación del protocolo a fin de comprobar su limpieza y la disposición de sistemas de entoldado y cajas herméticas. Además, se prohíbe las quemas de restos vegetales en suelos no urbanos y se avisará a las empresas ubicadas en la zona y que operan bajo una autorización ambiental integrada (AAI) o autorización como actividad potencialmente contaminadora de la atmósfera (APCA) para que adopten medidas de reducción de emisiones. Se insiste en la necesidad de extremar las precauciones en los procesos industriales susceptibles de generar emisiones difusas, incluida la manipulación y almacenamiento de graneles, en el marco de sus autorizaciones ambientales.
El protocolo permanecerá activo hasta que se reduzcan los niveles de partículas contaminantes.