La sentencia y la posterior petición de dimisión de Carmen Moriyón ha sido el tema más polémico. Aurelio reconoce que le costó creerse que el Tribunal de Cuentas condenaba a la alcaldesa. Especialmente preocupante le parece que la regidora hubiese cobrado sobresueldos, algo que, añade, no ha negado. Entiende que un político debe ser transparente y decir que los cobra. Álvaro pone en duda que existiese ese sobresueldo y cree que todo es una polémica malintencionada. Carmen y Foro, "metieron la patona" pero no pare llevarse dinero.
Respecto al primer año de mandato hemos llegado a un entendimiento. Las tácticas políticas evitan que se reconozcan cosas buenas de un gobierno o que ese gobierno se aprovecha de lo hecho por el anterior. No es algo que pase solo en Gijón, sino que en muchas ciudades por no decir todas se niegan las bondades y se pone el acento en lo negativo. Respecto a lo hecho este año, Aurelio cree que han sido más buenas intenciones que otra cosa. Álvaro que hay menos crispación.