Su presidente, Iván Rodríguez, afirma que el sector sigue con cierta normalidad. El concejal de urbanismo ha destacado que desde que entró en vigor la moratoria se ha reducido un 70 por ciento la concesión de nuevas licencias. Un 50 por ciento en los barrios limítrofes a esas zonas. CASOCIA cree que los datos tienen una explicación. La mayor parte de los propietarios interesados en abrir un piso turístico tramitaron su solicitud antes de la entrada en vigor de la moratoria. Aunque no se puede decir que todos, la mayoría de las nuevas VUT que se darían de alta en Gijón este año se apresuraron a registrarse antes de febrero. Por eso, afirma Rodríguez, las cifras que da el Ayuntamiento "no reflejan la realidad de Gijón".
Además, lamentan desde CASOCIA, se siguen contando las viviendas turísticas "ilegales". La cifra oficial a día de hoy de pisos turísticos en Gijón es de 1.505 pisos. Elevarlo a 2.600 solo pretende, dice Rodríguez, alentar el miedo hacia el sector. Un sector que, afirma, tiene un peso muy inferior al que se le quiere dar en la problemática de la vivienda. Oficialmente solo el 1.5 por ciento de los pisos de Gijón están destinados a usos vacacionales. Las viviendas vacías, recuerda, son el 5 por ciento del total.
CASOCIA tampoco cree que la Ley de Turismo que ha aprobado la Junta General sea la solución. Plantea muchas dudas y es probable que la recurran en los tribunales. Rodríguez entiende que su único objetivo es acabar con los pisos turísticos que ya están operando y evitar la concesión de nuevas licencias.