Los moradores de hoy denuncian la falta de servicios, de mantenimiento o la apuesta excesiva por el turismo que se está haciendo. Pero en la década de los 70 y 80 la degradación del barrio era mayor. Las viviendas casi que se estaban cayendo. Con el llamado Plan Rañada de 1986 comienza la transformación de Gijón y del barrio, aunque sus peculiaridades hicieron que tuviera tres planes propios. La reconversión del cerro en parque, en la década de los 90, fue el gran hito de esa transformación. Cimavilla es considerado bien de interés cultural (BIC). Pero previamente fue declarado Conjunto Histórico Protegido en 1975 para frenar su degradación.
Sin embargo, con la entrada del nuevo siglo Cimavilla ha quedado olvidada y necesita una revisión con los criterios del siglo XXI, cree Héctor. Está perdiendo identidad y convirtiéndose e un paseo turístico, con los riesgos que ello conlleva, añade. Actualmente se identifica el barrio como una zona hostelero-turística, aunque hace no tanto era el referente de la zona de copas y ocio.
Los vecinos siempre han planteado sus reivindicaciones. En los últimos 20 años más por el tema del turismo, antes por la movida nocturna, antes por la falta de servicios públicos...Una de las principales características que siempre habían tenido los vecinos era ser como "una gran familia", algo que se pierde por el desplazamiento de los vecinos a otras zonas.