UGT celebra la noticia, pero advierte que es un insuficiente para garantizar el futuro de la siderurgia en Asturias. La inversión es el horno eléctrico es "una parte" de los compromisos adquiridos hace dos años. Se prometieron, recuerda el secretario general ugetista, José Manuel García, 1.000 millones de euros (450 procedentes de ayudas europeas).
Con el horno eléctrico, que podría estar listo a finales del próximo año, UGT confía en que lleguen nuevo pedidos y se consiga cierta estabilidad. Pero añade que por ahora las plantas asturianas "están aguantando" y necesitan las inversiones. Estamos mejor que otras plantas europeas, pero la incertidumbre sigue siendo grande.
Fundamental para el futuro de las plantas asturianas es el DRI, la planta de reducción directa de mineral de hierro que debería abastecer el nuevo horno eléctrico. Sin esa planta, Asturias dejaría de contar con una siderurgia integral para convertirse en "factorías acabadoras" que reciben la materia prima de otras plantas.