No es la primera vez que se derrumba un muro, y los padres y madres se preguntan si se esperará a que suceda una desgracia para actuar. La dirección del colegio ha procedido por iniciativa propia a acordonar la zona, pero el Ayuntamiento, conocedor del problema desde hace muchos años, no acaba de intervenir. La representante del AMPA Ana Sanjurjo nos asegura que tanto este gobierno como el anterior saben lo que pasa y hacen promesas que no cumplen.
Ana ironiza con que cada verano les prometen que se va a hacer algo. Pero no se hace. La falta de mantenimiento, dice, es algo general para todos los colegios públicos de Gijón, pero en el caso del Miguel de Cervantes es especialmente sangrante porque de los tres accesos que hay al colegio dos presentan muy mal estado. Escaleras sin barandillas que se inundan cada vez que llueve, explica Ana.
En el solar polémico, donde se ubicó la fábrica de cordelería Baras, está previsto levantar dos torres de viviendas, con 96 viviendas. Pero la obra estaba anunciada para este año, y por el momento no hay movimiento. La comunidad escolar cree que los retrasos están relacionados con la presencia de uralita, algo que también afecta al colegio porque el patio donde juegan los niños está pegado a la fábrica.