El acusado ha reconocido los hechos y acepta una condena de 6 meses de prisión, prohibición de aproximación a menos de 300 metros y de comunicación con la víctima durante 3 años y abono de una indemnización de 1.000 euros. Deberá someterse a un curso de reeducación sexual.
El joven contactó por Instagram con la menor, nacida en 2007 y vecina de Gijón. Tras hacerse con su teléfono, le solicitó por WhatsApp fotos íntimas en las que estuviera semidesnuda, a lo que la menor accedió. Posteriormente, por la misma vía, le pidió un vídeo masturbándose, amenazándola con publicar las fotos anteriores, a lo que la menor se negó.
Los hechos fueron considerados constitutivos de un delito de abuso sexual a menor de 16 años del artículo 183 ter 2 del Código Penal.