Sorprende especialmente que mucha gente mayor está acudiendo a terapia, nos cuenta nuestra psicóloga de cabecera. No es habitual ver a personas de más de 80 años pidiendo ayuda, pero es que a esas personas se les quitaron dos años de vida cuando no les queda mucha, explica Isabel Menéndez Benavente. Estuvieron meses y meses sin poder ver a sus seres queridos. Solos en muchos casos. Para Isabel son uno de los colectivos que salieron peor parados de la pandemia y de su gestión.
El otro grupo son los jóvenes. Los adolescentes. La pandemia les pilló en un momento en el que estaban estableciendo sus relaciones sociales, y hay chavales que no saben ahora cómo hacerlo. Sin olvidar que las pantallas sustituyeron a las emociones y eso se ve en el importante incremento del ciberbullying, nos cuenta la psicóloga.
Es totalmente normal, añade, que haya personas cabreadas al recordarlo todo. O que prefieran olvidarlo. Y quien ha perdido seres queridos tiene que revivirlo en los aniversarios. Porque al final la pandemia desveló que España no está preparada para atender emergencias importantes en salud mental, dice Isabel. Por eso, de quedarse con algo positivo, la psicóloga cree que si en algo hemos salido mejores de la pandemia es en el convencimiento de que las cosas no pueden repetirse de la misma manera.
