El peor Sporting de la temporada sufrió un severo correctivo en su nueva visita a Granada (5-0), una ciudad que no se le da nada bien. Si hace 6 años Abelardo se marchaba de Los Carmenes con el famoso "tengo a los guajes llorando" por una mala actuación arbitral, ayer podría haber dicho algo así (parafraseándose a sí mismo) como "tengo a la afición llorando", conmocionada por una imagen lamentable e inesperada de su equipo.
Se puede perder, por supuesto, y en Granada más, pero no se puede afrontar un partido sin orgullo, sin ganas y sin motivación alguna. Es algo sorprendente que indigna a una hinchada que conoce las limitaciones de la plantilla, pero que solo exige a los suyos entrega y el defender ese escudo con honor. Nada más que eso.
Curiosamente, y a diferencia de lo que sucedido en Tenerife hace sólo dos semanas, Abelardo disculpó la actuación de los suyos y optó por considerarlo un accidente y pasar página. En el Heliodoro, tras empatar, cargó con dureza contra algunos futbolistas (sdin dar nombres) y aseguró que no iba a permitir esa actitud. Pagaron los platos rotos Gragera (en Gijón ayer por decisión técnica), Milovanovic y Guille Rosas, que desde entonces ha perdido la titularidad. No tiene mucho sentido, pero el míster está en su perfecto derecho de tomar las decisiones que considere oportunas. Los resultados darán y quitarán razones.
El Sporting regresó esta tarde y se ejercitó en Mareo. No hay lesionados ni sancionados de Granada, de modo que Aitor García y Nacho Méndez serán las dos únicas ausencias para recibir el lunes al Eibar (21:00 horas) en El Molinón).
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