Enrique Castro "Quini" fue una persona muy querida en Gijón y méritos deportivos no le faltan. Ha recibido muchos homenajes. Es hijo adoptivo de Gijón, da nombre junto a su hermano del antiguo Parque Inglés, el Molinón lleva su nombre, también la puerta 9 del estadio y es recordado con una Avenida en la zona. Lo último una estatua. ¿No es un poco exagerado? se pregunta Nacho.
En su opinión DESDE FUERA lo compara con otros grandes nombres. Severo Ochoa, premio nobel y posiblemente el asturiano más importante del siglo XX, tiene en su Luarca natal una calle, una estatua y da nombre a un instituto. Pero en otras ciudades españolas hay personajes como Ramón y Cajal que en Zaragoza le han dado una calle, una estatua, un instituto, un colegio y un centro de salud. En ambos casos, y hablamos de premios Nobel, tienen menos reconocimientos que Quini.
Coincidimos en que Gijón tampoco ha tenido muchos más referentes deportivos y que Quini fue muy querido. Pero Nacho aboga porque ese componente emocional pese menos a la hora de decidir este tipo de asuntos. Gaspar Melchor de Jovellanos por ejemplo tiene presencia en muchos aspectos de la ciudad, pero estamos hablando de alguien cuyo legado es común y sigue vivo. Es historia de España. Pero Quini es un futbolista, y puede que, entiende Nacho, que dentro de un siglo puede quedar un poco desfasado.