Las diez viviendas estaban okupadas, y las diez están inhabitables. Kilos y kilos de basura, destrozos...El propietario aún no ha decidido qué hará con el edificio porque está muy mal, pero al menos ha logrado desalojarlo, explica su abogada. Susana Pérez nos ha contado que lo importante para él era sacar a los okupas para poder empezar a pensar en el futuro.
Los okupas no han sido, en general, siempre los mismos. Pero tienen en común que entraron a las bravas y se quedaron a vivir. De primeras, cuando entraron en 2022, el propietario lo denunció, pero no fue hasta que vio la ausencia de avances cuando contrató el asesoramiento legal de Susana. Eso sucedió en diciembre de 2024. La letrada lamenta que la ley actual se lo pone muy difícil a los propietarios (de un inmueble o una casa) para recuperar su propiedad. Cree que echar a un okupa de tu casa no debería llevar más de 72 horas.
En el caso de la calle Aguado se pone fin a un problema en el barrio de La Arena. El edificio fue foco de muchos problemas. Susana recuerda que el perfil de los okupas no invitaba al optimismo. Vivían sin luz ni agua y en un caldo de cultivo perfecto para generar conflictos. Una puerta de hierro impedirá a partir de ahora que vuelvan a entrar.