Una investigación liderada por la Universidad de Oviedo ha revelado que las líneas de ferrocarril de alta velocidad, el AVE, contribuyen a reducir la estacionalidad del turismo, distribuyendo los flujos de visitantes de manera más uniforme a lo largo de todo el año. Este efecto se produce tanto para el turismo nacional como internacional, aunque en mayor grado para los viajeros procedentes del extranjero. Pero conectar una provincia a la red de AVE no es suficiente, per se, para mejorar sus datos turísticos. También influye el grado de conectividad y accesibilidad en términos de estaciones, líneas, frecuencias o provincias con las que está conectada emergen como aspectos clave que explican las diferencias en la contribución del AVE a la demanda turística. Sin olvidar el precio.
El investigador David Boto nos ha explicado este estudio, publicado en la revista ‘Journal of Transport Geography’, donde se apunta a cuestiones interesantes en las que no solemos reparar.