Carlos García tiene ligados sus recuerdos de infancia en Gijón a Quini. Cree, porque era muy pequeño, haberlo visto jugar, pero al igual que muchos gijoneses tiene claro que fue una persona excepcional. Por eso asumió el encargo que le hizo el anterior equipo de gobierno de trasladar a la realidad una estatua que le recordase. Dudó mucho de cómo hacerlo. Finalmente eligió como imagen la celebración que Quini hacía de sus goles por encima de la mítica volea que muchos recuerdan. Porque todos sus goles fueron celebrados y fue el gesto que más veces repitió. Un momento continuado, explica el artista.
La pieza recoge emoción. Y está pensada para verse "de cerca". Porque Carlos quiso que se viese al Quini cercano que siempre le caracterizó como persona. Está hecha a tamaño real y también tiene en cuenta la luz con la que convivirá
La estatua ha tardado en inaugurarse por los problemas internos que tuvo el Psoe al final del mandato anterior y por los cambios de propiedad en el Sporting de Gijón. El actual equipo de gobierno decidió finalmente asumir el encargo y hacer frente a los 121.000 euros que costó todo. La espera ha merecido la pena.