Javimo nos explica que las app pueden darte información sobre cualquier punto que le preguntes. Pero hay truco. En realidad la información que manejan esas aplicaciones corresponde a puntos muy concretos, y a partir de ahí elabora estimaciones para aquellos que nos interesan. Busca la ubicación más cercana de la que sí tiene datos concretos y las recalcula. Pero en esto del tiempo, unos kilómetros pueden suponer una meteorología muy diferente. Por eso su fiabilidad es muy limitada.
Evidentemente Javimo también falla. Porque el tiempo no es una ciencia exacta y hay muchos factores que pueden echar al traste una buena predicción. Pero mirar un punto concreto para saber qué tiempo hará en ese punto concreto es la clave para que la fiabilidad aumente exponencialmente. Y saber interpretar los datos.
Con el hombre que más acierta en la predicción del tiempo en Asturias entendemos además por qué el invierno parece que se irá sin pena ni gloria. Somos la única zona de Europa que parece quedarse fuera de los vaivenes meteorológicos. Hemos quedado en una "zona caliente".
Y una duda que hemos despejado. ¿Cómo se determinan las temperaturas máximas y mínimas de cada día? Una fórmula matemática es la encargada de traducir a una cifra las diferentes variables.
De cara al Antroxu, parece que, en general, vamos a librar.