Se calcula que las viviendas de corta estancia representan ya la mitad de las plazas de alojamiento en Gijón. Hay unas 2.000 viviendas "legales", aunque se cree que podrían ser el doble. Iván explica que el Ayuntamiento de Gijón es de los que "pone fácil" legalizar un alojamiento de este tipo, y asegura que desde la asociación quieren que se luche contra aquellos propietarios que no regularizan sus viviendas.
Destinar una casa a este tipo de alquileres de corta estancia "es cada vez menos rentable", afirma CASOCIA, pero hay propietarios a los que les resulta más interesante por la flexibilidad que ofrece. Iván Rodríguez es consciente del recelo que despiertan entre los vecinos y apuesta por un control y regulación, no prohibición, del sector. Descarta que en Gijón exista un riesgo de gentrificación porque el reparto de viviendas vacacionales está bastante equilibrado. Añade que si Gijón y Asturias apuestan por el turismo, se necesita la oferta que ofrecen este tipo de alojamientos.