Porque Gilberto se define como una persona agnóstica y "muy progresista". No tiene carnet de Foro. No sabía si iba a encajar en este mundo de la política, que tiene cosas que no le gustan, y no cree que esté muchos años pese al entusiasmo actual.
Gilberto jugaba de pequeño a hacer ríos y carreteras. Lleva la ingeniería muy dentro y la función pública le enganchó. Le gusta hacer algo por el bien de la ciudad, y por eso se decidió a aceptar el ofrecimiento de entrar en la lista electoral de Foro. Hay cosas en la gestión de las obras que puede mejorarse, y es lo que intentará. No le cuesta mandar, siempre con respeto, y sus compañeros "prepolítica" le siguen apoyando. No sin haberse sorprendido. Y le gustaría que viniesen nuevos compañeros porque necesita personal en la consejería.
Hay recompensas de trabajar en este mundo de las obras. El agradecimiento de la gente cuando sale bien (sobre todo en la zona rural) pero también vendrán mal dadas, anticipa el concejal. Lamenta que en la política haya veces en las que priman los réditos electorales en lugar de remar juntos por el bien común. Asume que así es el "juego", pero él se ha fijado jugar a su propio juego, priorizando las obras y explicando cuando se dice que no a las peticiones.
En su vida personal ha pasado por diferentes barrios y visualiza su jubilación en la zona rural que tan bien conoce y tantas joyas esconde. Pero eso sí. Acostumbrado a manejar obras para toda una ciudad, cuando las hace en casa "suelen salir mal".