No es necesario tener una gran disponibilidad. A diferencia de lo que mucha gente piensa, se puede ser voluntario ayudando en lo que se pueda y cuando se pueda. Aunque sea una vez al año. Lo importante es tener ganas de echar un cable. Especialmente importante es implicar a los jóvenes, porque cuando antes entremos en la rueda del voluntariado será mejor. Y una vez dentro engancha. Es habitual colaborar en varias entidades al mismo tiempo.
Cada cual se marca su compromiso. Y hay múltiples formas de ayudar. Cuando entras consigues una gran familia que es el voluntariado e identificarás a otros como tú que salen a la calle "con una gran sonrisa en la cara" y "una estrellita en el corazón". Personas como Pablo Esteve, coordinador de voluntariado en la AECC, se encargarán de ayudarte. Es importante dar el paso sobre todo ahora, porque la pandemia fue un duro golpe y ha bajado mucho el número de voluntarios. En la Asociación por ejemplo aún están tratando de recuperar la normalidad previa a la pandemia.
En la Asociación Española contra el Cáncer los voluntarios reciben formación para realizar su labor. En algunos casos es únicamente información, pero en otros, cuando se está en contacto con personas enfermas, es fundamental cuidar la salud emocional.
A todos esos voluntarios, GRACIAS.