Los proyectos de ciudad, como el de Naval, deberían unir a todos. Pero querer ser el padre de una idea en política suele llevar aparejado la crítica a lo que no presentas tú. Por eso los dos ex políticos que reunimos en la pequeña ínsula abogan por recuperar los grandes consensos. Si los partidos políticos son incapaces, debería ser la sociedad civil quien lidere ese consenso. Si la mayoría demuestra estar alineada con un proyecto, a los partidos, ya sean de gobierno u oposición, les costaría oponerse a pesar de la crispación que reina actualmente en la política. En el pasado se consiguió, con el PGO como gran exponente. Y ese PGO marca de forma importante proyectos como el de Naval. Confían en que, pasado un poco el tiempo, la polémica pase y se faciliten los acuerdos.
Porque, lamenta Álvaro Muñiz, montar escándalo por costumbre es una forma de ejercer la política ahora mismo. Y, añade Aurelio Martín, cuando se gobierna en mayoría se tiende a la "comodidad" de sacar adelante las cosas sin complicarse demasiado la vida. Ambos posicionamientos son poco recomendables para articular esos grandes proyectos de ciudad. Respecto a Naval abogan por crear una gran mesa de trabajo con todos los implicados porque, "ahora empieza lo difícil". Aurelio advierte de hecho del riesgo de que Naval Gijón se convierta en un "solarón dos".
Cuando se está en la política activa, reconocen, es difícil decir que gusta un proyecto de otro. Cuando tomas un poco de distancia las cosas cambian. O cuando no están las cámaras delante. La polarización hace complicado que el sentido común sea protagonista. Por eso la sociedad civil debe demostrar que hay vida más allá de la política.