Cuando llegó a Gijón no sabía que aquí también se podía jugar. Pero cuando lo descubrió regresó al deporte que le gusta. El único que le gusta realmente, reconoce. Desde 2017 es entrenador en colegios, habiendo alcanzado sus mayores éxitos al frente de niños como Dani, Mirthe y Alex, alumnos del Rey Pelayo. Ahora mismo entrena en el Colegio Severo Ochoa y en club El Llano. La gran mayoría de los integrantes de la selección asturiana de baseball sale de los colegios.
A Jordan le gusta entrenar con niños porque su cara lo dice todo. Es un deporte que les recomienda probar a todos porque es muy completo (con muchas reglas) y en el que todos los jugadores son importantes. No hay estrellas porque un equipo es un puzzle. Si falla uno fallan todos. Si acierta uno aciertan todos. Los entrenamientos se adaptan al nivel de cada uno, y aunque es exigente, el objetivo que se fija Jordan es conseguir que les guste el baseball. La especialización no llega hasta los 16 años. También es raro entender que el baseball es el único deporte en el que quien ataca es la defensa.
Para que el baseball crezca en Gijón es importante crecer en la base. Hay cantera en los colegios, pero no suficiente para que después se mantengan los equipos que aspiran a jugar en las grandes ligas. No es un deporte barato y los apoyos son escasos. Con todo, a los niños a los que les atrapa este deporte, como nuestros PELAYINES CURIOSOS de hoy, hablan maravillas de él.