CON GALO PABLOS

Laos: un destino del sudeste asiático que mantiene su esencia

Nuestro viajero Galo Pablos está ahora mismo en Laos. Un país del sudeste asiático que hace frontera con Birmania, China, Vietnam, Camboya y Tailandia. Laos es el único de esos países que no tiene salida al mar, pero la falta de playas no lo hace menos apetecible.

Guillermo Figueroa

Gijón |

Lo primero que le ha llamado la atención a Galo es la esencia que mantiene el país. No está tan explotado turísticamente como sus vecinos, lo cual le permite seguir siendo un país más bien rural, de ciudades pequeñas donde su población sigue haciendo una vida "normal". Galo, gran conocedor del sudeste asiático, lo describe como un "país auténtico". Y muy seguro.

Salvo en materia de comunicaciones, sorprendentes por lo buenas que son, es un país en el que no vamos a encontrar grandes infraestructuras. Están un tanto anclados en el pasado respecto a lo que conocemos en Europa. Pero a cambio ofrecen unos paisajes espectaculares, una comida muy sabrosa y unas frutas de las que ya no se ven aquí. Además, destaca Galo, es un país muy barato.

No es fácil manejarse en la moneda local (kip o Lak) porque un euro son como 22.000 kips y eso te hace manejar millones. Y todo se paga en efectivo. Una cerveza de 0´6 litros cuesta, al cambio, en torno a 1´20 euros. Una noche de hotel unos 15 euros.

Pese a que los laosianos no hablan inglés (las nuevas generaciones ya lo están aprendiendo) es fácil comunicarse con ellos porque son unas gentes muy amables y acogedoras. El problema en este caso lo ponen los turistas chinos, muy poco respetuosos y muy invasivos, nos cuenta Galo. Y es el turismo mayoritario, junto al tailandés, porque occidentales se ven muy pocos.

A su vuelta Galo nos aportará como siempre consejos útiles y una propuesta de itinerario, pero ya nos adelanta que es un país sorprendente y con ciudades que están entre las más bonitas que ha visto en el sudeste asiático.