CON JAVIMO

La mil caras de una borrasca

Recientemente Asturias sufrió la llegada de Kirk. O lo que fue Kirk, un huracán que provocó numerosos destrozos al otro lado del charco. Antes hubo otros, todos fenómenos que habían sido huracanes pero que llegaban debilitados. Javimo nos lo ha explicado para que podamos entenderlo.

Guillermo Figueroa

Gijón |

Hace tiempo Javimo ya nos contó que era prácticamente imposible (a día de hoy) que Asturias viviese un huracán porque es un fenómeno que se alimenta básicamente de la temperatura del agua. Y necesita un mínimo de 26 grados, algo que en el cantábrico o el Atlántico no es muy plausible. Por eso este tipo de fenómenos llega convertido en otras cosas. Se le llama ex huracán, tormenta tropical, ciclón extratropical o como queramos, pero al final todo es lo mismo. Una borrasca, que según su intensidad puede recibir uno u otro nombre.

Cuando una borrasca que llegó a ser huracán se acerca a nosotros, el impacto que tendrá en Asturias dependerá de la trayectoria que lleva. Javimo recuerda dos ex huracanes en 1984 y 2009 como los peores. Fueron Hortensia y Claus. Y siempre están caracterizados por el viento y la lluvia, porque la temperatura va por otro lado y puede hacer mucho calor aunque tengamos un fenómeno de estos encima.

Aprovechamos además para visualizar un poco el futuro próximo. De cara a los Premios Princesa, podemos tener suerte porque una borrasca en Galicia aleje la que se esperaba para nosotros. De cara al macropuente escolar de la próxima semana, Javimo espera una semana en las que podremos estar al aire libre. Aunque ojo. El bajón térmico ya está aquí. El fresco se va a instalar, así que toca hacer cambio de armario.