Su presidente, Miguel Bernardo, recuerda que Nuevo Roces lleva 11 años esperando por los equipamientos necesarios para un barrio que no para de crecer. Confía en que los presupuestos del próximo año incluya una partida, aunque es consciente de que estar pintado en el papel no sirve de nada. Pone de ejemplo el retraso que acumula el consultorio médico, que cuente este año con un millón de euros que no se ha ejecutado.
Los vecinos se movilizarán el día 18 para protestar por la falta de avances.