Un día rebuscando en un mercadillo, Arantxa y su pareja dieron con Puri. No sabían nada de ella, solo que era una de tantas fotografías que estaban condenadas al olvido. Nadie compraba el lote de fotografías que se vendían. Les llamó la atención y se propusieron rescatar su historia. Puri promovía así la "Oficina de las Ramas Muertas".
Desde entonces, han conseguido escarbar en la historia hasta conocer varios datos de Puri. Y de todas las puris que pueden verse en las fotografías de los mercadillos. A veces ayudan apuntes que aparecen en el reverso de las fotografías. Otras veces detalles que se ven en las imágenes y ayudan a contextualizarlas. Son historias de personas anónimas, lo cual hace que sea complicado. Pero no imposible.
Si queremos ayudar a que esta peculiar oficina logre su objetivo, o queremos hacerles llegar fotos que piden contar su historia, podéis hacerlo a través de sus redes sociales (@oframasmuertas)