Lo presentado hoy no es una definición de usos, sino un proyecto, una idea. Qué usos tendría se definiría a lo largo del proceso, que arrancaría en marzo de 2024 y finalizaría en agosto de 2027. Estaría abierto a la participación. La directora general de innovación, Patricia García, ha explicado el concepto con el que buscan que un espacio dedicado hasta ahora en una sola cosa, se abra a la ciudadanía y se conecte con el entorno.
En julio está previsto que se resuelva la convocatoria. Hasta entonces el Ayuntamiento reconoce no tener un Plan B. Tampoco queda claro si, de resultar el proyecto elegido, la plaza de toros tendría uso antes de 2027. Todo dependerá, dicen desde el consistorio, de que se garantice la seguridad y se propongan actividades que cumplan los requisitos marcados. El objetivo es conseguir que un espacio que tenía "7 u 8 días de utilización al año sea usado los 365 días".
Todo el proyecto está abierto. Eso quiere decir que tampoco se plantea como premisa irrenunciable que la plaza esté cubierta. El director general de obras públicas, Pedro Fernández, destaca que parten de la base de trabajar sin condicionantes.
En el proyecto están implicados muchos agentes. Gijón debería exportar su idea a al menos otras tres ciudades de ser elegida por la UE.