La movilidad siempre ha sido polémica en Gijón. Aunque parezca que el último mandato ha sido lo nunca visto, siempre hubo rechazo a los cambios en nuestros hábitos. Hubo grandes movilizaciones en el pasado, porque todo el mundo quiere calles peatonales menos en la suya, dice Aurelio Martín. Álvaro Muñiz coincide en que el futuro va hacia ciudades más amigables, pero entiende que la gente necesita alternativas. Los coches no van a a desaparecer.
Ambos están de acuerdo en que la política ha dejado de mirar al medio y largo plazo para centrarse en el cortoplacismo. Y las estrategias partidistas evitan que se produzcan debates en torno a la movilidad, en los que la mayoría coincidiría en los objetivos, afirma Martín. Asiente Álvaro, quien cree que todo se ha vuelto muy simplista, en un buenos y malos de conmigo o contra mi.
Aurelio reconoce que durante el anterior mandato hubo cosas que pudieron hacerse mejor, pero "tuvimos que hacer en 4 años lo que normalmente se haría en 8" y los fondos europeos exigen unos plazos. Pero al final se pusieron unas bases de futuro.