La empresa dispone de un stock amplio en algunos de los productos que comercializa. Eso no ocurre con la cadena alimentaria ni con los productos para el sector ganadero. Éste último, insiste, "sufre la huelga del transporte y el incremento de costes", ambas cosas. José María Pérez asegura que todo el sector primario está sufriendo muchos afectos adversos por el incremento de precios de las materias primas, la energía y el combustible.
En El Musel tiene su sede la conservera Agromar. Siguen producciendo pero los stocks que venden se almacenan en su nave. No pueden servir a sus clientes que asegura su responsable, Armando Barrio, "lo entienden porque ellos también sufren la falta de transporte". Barrio reconoce que ellos por ahora "no tenemos pensado parar". Pueden aguantar como mucho un par de semanas más. Porque tienen producciones más limitadas.
Pone un ejemplo para explicar la situación que viven: los envases de hojalata subieron en enero un 57%, el precio del aceite se duplicó o triplicó y la factura energética es dos veces más que hace unos meses.
