El proyecto de renaturalización del Piles estuvo envuelto en la polémica en el mandato anterior. Pero aunque el gobierno local haya cambiado de signo se está ejecutando tal cual fue ideado. La principal justificación ha sido que al estar financiado con fondos europeos no se podía tocar nada. Es una de las justificaciones "clásicas" que marca la teoría política.
Ángel Alonso nos explica que los gobiernos que ejecutan proyectos de ejecutivos anteriores que no son de su signo político suelen aludir a varias razones. Dar continuidad a la administración, asegurar que una vez en el gobierno se cuenta con una información de la que se carecía en la oposición o dar una imagen de responsabilidad. A partir de ahí, pueden elegir entre ser transparentes en las razones que le han llevado a cambiar de opinión, tirar de argumentos que cuenten con el beneplácito de una mayoría de la población o pretender trasladar una imagen de políticos que saben adaptarse. Todo ello dejando claro a sus votantes que no cambian los valores del partido.
Una de las estrategias que marca la teoría política para transitar en estos cambios de opinión es la de implicar a "grupos de interés". Personas que ayuden a visibilizar el cambio como positivo. En el caso del Piles uno de esos grupos podría ser el Grupo Covadonga, a quien en el pasado se le señaló como el principal afectado del proyecto por el cierre del anillo navegable.
Ángel nos cuenta que cada vez son más habituales estos cambios de postura en política y que se presenten como algo positivo. Sin embargo, nunca se reconocerá la existencia de "herencias positivas". Porque puede ser interpretado como una señal de debilidad o de que no son necesarios los cambios que prometen los gobiernos que sustituyen a partidos de otro signo.