El vehículo, una Ford Transit de 1996, había sido trasladado al depósito municipal para forzar su apertura. Una vez abierta se comprobó que las sospechas eran falsas. Estaba vacía. Pero los jóvenes de AHA denuncian que en el proceso se provocaron "numerosos daños". Las puertas traseras del vehículo, aseguran, han quedado inutilizables tras haber forzado tanto la propia chapa como las cerraduras, afectando también a manillas, bisagras, junta… Los daños han sido valorados en unos 3.000 euros.
AHA asegura no tener margen presupuestario para hacer frente a un gasto de tal calibre. Temen que la solicitud de ayuda que han cursado ante el Ayuntamiento se alargue, y ante la imposibilidad de afrontar el pago de una reparación piden colaboración a la población. Ponen en marcha la campaña #UnaFurgoParaAHA con la que pretenden adquirir un nuevo medio de transporte "de primera necesidad para su actividad" mediante el micromecenazgo. El viernes arrancan una nueva fase de actividad.
La asociación juvenil no se había enterado de nada. La última vez que utilizaron la furgoneta fue a finales de diciembre para pasar una ITV que superaron sin problemas. La dejaron aparcada en la calle Cataluña. Critican que nadie les informa de lo que ha sucedido, y aún están a la espera de que el Juzgado les de acceso al informe policial.
"Queremos aclarar lo antes posible qué es lo que ha ocurrido y proceder al reclamo de responsabilidades, así como conseguir una alternativa que cubra nuestras necesidades de transporte. Todo ello por un cadáver que nunca existió".