Solos van siempre, pero la pandemia les hizo estar más solos que nunca. Conducir casi sin cruzarte con nadie fue una sensación dura. La pandemia y las incertidumbres no fueron ajenas a los profesionales del sector. Pero en su caso tenían que llevar productos a nuestras casas, sin saber lo que se iban a encontrar, o regresaban a sus casas de sus viajes sin saber si estaban contagiados. Sus momentos de sociabilización eran mínimos hasta el punto de que "terminabas hablando con los buitres", nos cuenta Rubén Villar, transportista autónomo y vicepresidente de la asociación de empresarios del transporte, logística, aparcamientos y actividades, Asetra. Siempre hay quien les echaba un cable pero también quien les cerraba la puerta.
En algunos ámbitos como la alimentación hubo un verdadero caos logístico por el miedo de la población. Y para superar las prisas fue esencial el sector del transporte. Los camiones que llevan y traen las mercancías o los profesionales del reparto a domicilio que llevaban nuestros pedidos a casa. Todo se fue ajustando, pero los cambios se iban aplicando sobre la marcha, con los problemas que ello conllevó para los profesionales.Los transportistas tuvieron mucho trabajo, pero no siempre ni en todos los sectores. Alimentación fue muy bien, pero la industria paró, recuerda Muchas empresas del transporte se quedaron por el camino, sobre todo una vez pasado lo peor de la pandemia. A día de hoy volvemos a no darnos cuenta de la logística que permite que los pedidos lleguen a nuestras casas, a los supermercados, a las empresas...Los transportistas sí saben lo que hay detrás, y creen que algo se ha aprendido de la pandemia. A nivel logístico.