La fe mueve montañas, y si alguien tiene dudas de ello que se lo pregunten al Sporting. Los rojiblancos, que venían de sumar cuatro empates consecutivos, necesitaban reivindicarse en Tenerife ante un rival directo. El partido no empezó bien (gol local en una desajuste defensivo), pero el equipo de Ramírez cree en lo que hace y no bajó los brazos. Otero, con un disparo que tocó en Gaspar (el gol es para el canterano, noveno de la temporada para él), al filo del descanso equilibró la contienda, y en el segundo tiempo el partido cambió radicalmente.
Rosas y Nacho Méndez entraron por Pascanu y Roque Mesa y el Sporting firmó un notable segundo tiempo. Aprovechando además el cansancio local (el Tenerife jugó 120 minutos en Copa el martes), los rojiblancos encontraron muchos espacios y el gol parecía ser sólo cuestión de tiempo. Eso sí, tardó en llegar: Queipo, a cinco del final, con un disparo desde la frontal imposible para el meta canario.
La derrota del Ferrol devuelve al Sporting a la segunda plaza, a la espera de recibir precisamente al equipo gallego en El Molinón (domingo, 21:00 horas); para ese encuentro será baja por sanción Djurdjevic, que en el Heliodoro vio la quinta amarilla.
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