En esta ocasión se pone encima de la mesa el problema que suponen para muchos mayores los avances tecnológicos. Hacer todo desde el ordenador o el móvil sin posibilidad de que una persona nos ayude. Incluso tener que hablar con máquinas para realizar gestiones.
Los jóvenes se aprovechan de estos avances, pero entienden que tampoco deben suponer que nadie se quede atrás.