Su presidenta, Soledad Lafente, no sabe qué soluciones se pueden poner al problema. Cree que eso es cosa de los técnicos. Pero en Somió ven cómo las carreras ilegales alteran su tranquilidad y les obligan a dejar de utilizar las carreteras que los imprudentes convierten en circuitos de carreras.
Lafuente es consciente de que la policía realiza controles. Eso, comenta, desplaza el problema a otras zonas como Deva y Cabueñes, pero en cuanto la policía se va, las carreras vuelven. También se utilizan drones capaces de identificar las matrículas, pero parece insuficiente. Los vecinos se preguntan si las multas que se imponen cuando se les pilla son suficientes.
El pasado fin de semana los participantes en estas carreras han llegado a pintar en el suelo líneas de salida y meta. A ello se une el ruido que causan en las rotondas "tirando de freno de mano".
Lafuente recuerda que las carreteras que suelen utilizar son muy frecuentadas por ciclistas. "Esto se ha salido de madre", ha contado en Onda Cero.