Casos como el de Claudia remueven conciencias un par de días, pero caen en el olvido y los acosadores siguen como si nada, denuncia García, quien nos ha puesto ejemplos específicos en nuestra conversación en Más de Uno Gijón. La comunidad educativa, incluyendo a la dirección de los colegios, profesores, padres y alumnos, siguen mirando para otro lado. En parte, afirma, porque no saben cómo actuar ante estos problemas o porque prefieren taparlo. La "solución mágica" de cambiar a la víctima de colegio sigue siendo la única opción posible para muchos. La única que se les ofrece, critica García.
Desde la asociación se asegura además que el protocolo del Principado no sirve. Tampoco se actualiza, afirma García. La única medida que sería realmente efectiva para frenar el acoso escolar es castigar a los acosadores, "terroristas escolares", como los llama ella. Mientras siga la sensación de impunidad no se avanzará nada, añade. En el caso de la joven Claudia, todo el mundo sabía qué pasaba y quiénes eran los acosadores, pero nadie hizo nada, afirma. "Pijos con pasta" concluye.
Todo va a seguir igual, adelanta Encarna García.