Fue el mismo derbi de casi siempre, pero no con el Sporting de las últimas temporadas. Aplicado en defensa, intenso y ordenado, el equipo de Ramírez ofreció la imagen que se pide en este tipo de partidos y que no existió en los últimos. Ramírez planteó muy bien el partido y recuperó la defensa de tres (Pascanu, Ínsua, Róber Pier) con dos carrileros (Rosas y Cote), y apostó por Fran Villalba pegado a banda y Otero en punta, al no estar Djurdjevic. Fue una apuesta coherente que sirvió para sumar el primer punto de la temporada a domicilio y que incluso pudieron ser tres pues las ocasiones más claras del encuentro las tuvieron Hassan en el primer tiempo, y Cote/Queipo en el segundo.
El Oviedo dominó, sobre todo en la segunda mitad, pero sus balones al área eran pan comido para la zaga rojiblanca. Yáñez no tuvo que hacer ni una sola parada, y toda su actividad se redujo a salir por alto con decisión y seguridad. El derbi sólo tuvo un incidente extradeportivo, el apedreamiento del autobus del Sporting que llegó al Tartiere con una luna rota.
El Tenerife (El Molinón, domingo, 21:00 horas) será el próximo rival de un Sporting que recuperará para la cita a Djurdjevic.
ESCUCHA LA RUEDA DE PRENSA DE RAMÍREZ TRAS EL DERBI DEL TARTIERE